La percepción común sitúa a los carbohidratos como los culpables del aumento de peso, pero el verdadero protagonista es la insulina, cuyos niveles crónicamente elevados son los responsables del aumento de peso y su persistencia. La teoría de la obesidad carbohidratos-insulina aboga por la eliminación de los carbohidratos como solución, pero la realidad es más compleja. La insulina, hormona vital para la regulación de la glucosa, se ve afectada cuando surge la resistencia a la insulina.

En condiciones metabólicas normales, los niveles de insulina aumentan y disminuyen rápidamente en respuesta a nuestra ingesta de carbohidratos. Todo esto cambia a medida que desarrolla resistencia a la insulina.

Cómo la resistencia a la insulina te hace engordar

La resistencia a la insulina impide que las células musculares absorban eficientemente la glucosa, llevando a niveles persistentemente altos de insulina debido a la resistencia, alimentada por la inflamación celular. Es esta resistencia, no la insulina en sí, la que conduce al aumento de peso. La constante elevación de insulina impulsa la glucosa hacia las células grasas, almacenando el exceso de calorías como grasa, y además, impide que las células grasas liberen grasa almacenada como energía.

¿Qué causa la resistencia a la insulina?

Hay varios factores que influyen en la resistencia a la insulina, pero la inflamación celular es la principal culpable. La inflamación celular es el resultado de un desequilibrio de dos ácidos grasos clave en nuestra sangre, el ácido araquidónico (AA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA). Cuando los niveles de ácido araquidónico son excesivos, se generan hormonas que se sabe que son proinflamatorias. Esta inflamación dificulta que la insulina se comunique con nuestras células en el hígado, los músculos y el tejido adiposo. En un esfuerzo por aumentar la comunicación, se produce cada vez más insulina, lo que da como resultado altos niveles circulantes y con eso viene el exceso de peso.

¿Cómo puede ayudar la Dieta de la Zona?

La Dieta de la Zona fue desarrollada para ayudar a controlar los niveles de insulina en el cuerpo. Esto se logra equilibrando la proporción de proteínas y carbohidratos en cada comida junto con el uso de pequeñas cantidades de grasas monoinsaturadas que se sabe que son antiinflamatorias. Dado que la dieta es una de las principales razones por las que desarrollamos resistencia a la insulina, también es uno de los cambios más fáciles que podemos hacer para ayudar a revertirla. A los 4 días de seguir la Dieta de la Zona, se ha demostrado clínicamente que reduce la resistencia a la insulina.

También puedes ayudarte con nuestros alimentos de nuestra línea SMART. Estos se crearon para que sea aún más fácil para las personas seguir el plan de alimentación Zone con un mínimo de pensamiento para ayudar a revertir la resistencia a la insulina más rápido.