NUTRICIÓN ANTES Y DESPUÉS DE LA MENOPAUSIA
Perder la silueta y sufrir de osteoporosis son en la mayoría de los casos los miedos más generalizados de las mujeres que están a punto de entrar en la Menopausia, en ese particular momento de la existencia se disminuye la producción de una hormona llamada estrógeno.
El estrógeno es el responsable de controlar los niveles de insulina en la sangre, una vez que produzcamos menos estrógenos tendremos la insulina en un nivel más alto, insulina alta equivale a dificultad para quemar grasas e incrementos de inflamación celular, inclusive nuestra concentración mental puede verse afectada pues se ha demostrado que el estrógeno es necesario para mejorar las conexiones cerebrales.
Por otro lado el exceso de estrógenos puede conducir al cáncer de mamas, esta es una de las razones por las que se analiza exhaustivamente si realmente se hace necesario una terapia de sustitución hormonal en una mujer en menopausia.
Durante nuestra juventud existe una hormona que controla que no haya excesos de estrógenos y se llama progesterona, usualmente nuestro cuerpo crea un balance entre las dos. En la menopausia nuestro organismo reduce la producción de progesterona que entre sus funciones incluye también el nuevo crecimiento de tejido óseo, de ahí los posibles problemas de osteoporosis en edad avanzada.
Podemos concluir entonces que muchos de los síntomas de la menopausia vienen dados por un desequilibrio de estrógenos y progesterona. Una dieta diseñada para crear la máxima eficiencia del sistema hormonal es entonces una forma efectiva a la hora de mantener el bienestar general.
La primera recomendación para alcanzar esta dieta es evitar todos los carbohidratos desfavorables, se los considera como tales aquellos que son capaces de elevar en exceso la glucosa en la sangre, a mayores picos de glucosa mayor insulina y en consecuencia menor estrógeno. Podemos nombrar alguno de ellos como los jugos de fruta, el verde o el choclo licuado, el azúcar de mesa, el puré de papa, el arroz blanco, las harinas blancas.
Tenemos que alimentarnos con una combinación de proteínas, carbohidratos y grasas buenas en cada comida: desayuno, almuerzo, snack y cena, no es aconsejable saltarse una comida, estaríamos poco a poco destruyendo el sutil equilibrio de nuestro sistema hormonal y ralentizando el metabolismo. Sé que no es fácil pensar en una comida equilibrada frente a la tentación de simplemente llenarnos, debido a la rapidez de la vida de hoy. Tampoco es sencillo pensar en balancear los ingredientes cuando estamos hambrientos, basado en esta necesidad de la población surgieron hoy en el mercado los productos AFAT (alimentos funcionales de alta tecnología) Panes , Pizzas y pastas que han sido producidos bajo una técnica de horneo molecular que impiden que la harina se comporte como un carbohidrato desfavorable y al mismo tiempo aportan proteínas y grasas saludables, son una óptima alternativa para una nutrición fácilmente equilibrada y sin tener que renunciar a nuestros platos preferidos.
Fuente: Martha Ríos